lunes, 2 de noviembre de 2009

En algún lugar del tiempo (Richard Matheson)


A inicios de la década de los años ochenta, Christopher Reeve y Jane Seymour protagonizaron la versión fílmica de ésta novela, que entre nosotros se distribuyó con el hermoso título de Pídele al tiempo que vuelva. La película es un clásico de esos que merece la pena verse cada cierto tiempo.
La trama es la siguiente: Richard Collier, un guionista de cierto renombre, se enamora del retrato de una actriz recientemente fallecida. Se obsesiona con la posibilidad de viajar en el tiempo a las épocas de juventud y esplendor de la actriz, lo cual logra gracias a una técnica más filosófica que científica, si cabe la distinción. Es pues, una historia romántica de viajes en el tiempo. Parece la onda actual: vampiros enamorados, luego zombis...
Excepto que la novela que dio origen a la película es muy anterior a las actuales muestras de romanticismo posmoderno. Escrita en 1975, se publicó en ese entonces como Bid time return (Pide al tiempo que vuelva), pero tras el éxito de la película, que en USA se distribuyó como Somewhere in time (En algún lugar del tiempo), pasó a reeditarse con dicho título.
La novela no difiere mucho de la película, y cuesta imaginarse a Richard Collier o a Elise Mckenna con otros rostros que no sean los de Christopher Reeve o Jane Seymour. Claro que el texto escrito permite una mayor amplitud de opciones y detalles, que incluso llevan al lector a preguntarse si, en el contexto de la novela, las cosas ocurrieron tal y como se narran o se trata del delirio de un enfermo terminal, lo cual, a su vez, permite una vuelta de tuerca en cuanto al método utilizado para viajar en el tiempo, descrito con lujo de detalles por el protagonista, puesto que la novela intercala partes del diario de Richard Collier.
Además de la intriga romántica (¿logrará Richard enamorar a Elise, por quien ha viajado nada menos que en el tiempo?), está el interés que despierta en el lector la experiencia de encontrarse en un ambiente realmente distinto al nuestro, que nunca deja de ser ajeno (o alienígena, si se quiere) a nuestra forma de percibir las cosas. Matheson logra transmitir esa sensación con maestría, al tiempo que crea otro obstáculo para nuestro héroe: parece ser que el desplazamiento temporal logrado se sustenta en mecanismos muy sutiles, al punto que éste se ve constantemente amenazado por la posibilidad de retornar a su propio tiempo, lo que representaría una catástrofe para sus propósitos.
Ya sea la novela o la película, En algún lugar del tiempo nos ofrece una historia que nos habla acerca de nuestras posibilidades y nuestras limitaciones cuando se trata de alcanzar eso que llamamos amor, y que aún cuando podamos encontrar realmente a esa persona, esto no es ninguna garantía de un final feliz.
Según Matheson , "En algún lugar del tiempo es la historia de un amor que trasciende el tiempo, mientras que Más allá de los sueños es la historia de un amor que trasciende la muerte... Pienso que ambas representan lo mejor que he escrito en forma de novela."

No hay comentarios:

Publicar un comentario