miércoles, 20 de abril de 2011

Serpiente del sueño (Vonda N. McIntyre)




La acción de Serpiente del sueño transcurre en un futuro bastante peculiar. La Tierra, al parecer, ha atravesado por un conflicto nuclear de efectos devastadores. Pero aunque la civilización que conocemos ha colapsado, hay vestigios que nos indican, entre otras cosas, un gran avance en ciencias médicas y un contacto con seres extraterrestres cuya presencia en nuestro planeta continúa, aún cuando estos alienígenas apenas intervienen en los asuntos humanos.



En este escenario post atómico, la dispersa humanidad ha formado clanes o tribus independientes, cada una con sus propios sistemas de conocimientos, organización política, adelanto tecnológico y costumbres sexuales. La protagonista de la novela, Serpiente, es una curadora, cuyas habilidades médicas dependen en gran medida de sus "acompañantes", tres serpientes venenosas con las cuales puede otorgar a sus eventuales pacientes un tratamiento que podría considerarse milagroso, a juzgar por sus logros (cura del cáncer, restitución de habilidades motoras, entre otras). La manera en la cual Serpiente ha obtenido su asombroso conocimiento se basa, empero, en las ciencias biológicas, de las cuales apenas se nos ofrece algunos atisbos.



Los curadores, casta a la cual pertenece Serpiente, son conocidos y respetados por ese conocimiento, no siempre comprendido por sus beneficiarios. Así, en medio de una curación in extremis, Serpiente perderá a una de sus colaboradoras, una serpiente de sueño, una especie de reptil que no es oriunda de la Tierra, sin la cual las habilidades curativas de Serpiente se ven practicamente anuladas. Sin una serpiente de sueño, una curadora es inoperante.



Serpiente se verá forzada así a buscar otra serpiente de sueño, a sabiendas de que se trata de una misión casi imposible: las serpientes de sueño se reproducen muy rara vez, y ni siquiera se ha logrado conseguir un proceso de clonación que pueda considerarse exitoso. Siguen siendo una especie extraterrestre, tan incomprensibles como los exteriores que moran entre los humanos. Es gracias a esta búsqueda que podemos obtener una visión de primera mano del mundo del futuro, que no difiere mucho del nuestro en los aspectos más negativos: ignorancia, esclavitud, prepotencia y egoismo continúan siendo los principales móviles de la existencia de muchos seres humanos, al igual que la locura.



Pero no todo es negativo. La propia Serpiente se nos presenta como una mujer de gran entereza moral y llena de eso que podemos definir como vocación de servicio, alguien que vive para que otros puedan vivir, y que en más de una ocasión deberá dejar de lado su propia comodidad - siempre al alcance de la mano, siempre una tentación - en aras de los objetivos superiores a los que ha consagrado su existencia. Sin dejar de ser humana, Serpiente tomará siempre la decisión correcta, aún cuando esto no le proporcione beneficio alguno. Rescatará a una niña de sus explotadores (tan civilizados como crueles), y a cambio obtendrá la ocasión de desarrollar una maternidad que aprende a disfrutar.



El momento cumbre de la novela llega cuando Serpiente, ante los rumores de la existencia de un lugar donde podría encontrar al fin otra serpiente de sueño, se dirige al mismo para encontrarse con la tentación final, un poder mediante el cual podría obtener todo lo que alguien en sus condiciones podría desear.



Una hermosa historia protagonizada por un personaje inolvidable. Serpiente del sueño obtuvo los premios Nebula (1978), Hugo y Locus (1979).



Daniel Salvo

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