Samain (noviembre) 2007
Ilustración de portada: Malar
La visita (Adriana Alarco de Zadra): Si hay una autora que siempre me sorprende, es Adriana Alarco. No solo por su infatigable y única labor en la conservación del patrimonio de Ricardo Palma (a ella se debe que el inmueble en el que vivió nada menos que el autor de las Tradiciones Peruanas, texto fundacional de la cultura peruana donde los haya, aún siga en pie); sino por la calidad y singularidad de los cuentos que escribe. Siempre con un toque muy suyo, muy sorpresivo... y muy femenino. Hasta la locura acaba siendo objeto de veneración en su prosa, como lo prueba este cuento donde las fronteras entre las realidades son más que difusas, con un giro de tuerca de esos que dejan al lector con la boca abierta.
Manuel o la virtud de vivir en este mundo (Daniel Barbieri): Anticipándose (y con mucha mayor calidad, por cierto) al auge de cierta temática narrativa que no mencionamos para no arruinar el sorpresivo final de este cuento, Barbieri logra reflejar el pesimismo y el hastío que embargan a cierta clase de personas (para que luego digan que la filosofía es algo inocuo). El mundo les fascina pero también les cansa. Les intriga pero también les aburre. Como estar muertos en vida. Como no-muertos...
El ruido (Maximiliano Sambucetti): Una historia delirante pero con punch. El aparentemente tópico tema de si la realidad es un simulacro o es, valga la redundancia, real. Asumir la verdad es una cosa. Aprender a vivir en esa nueva verdad, otra. Vamos, ¿quién no quisiera decirle un par de frescas a Dios?
Huesos (Diego Escarlón): Espeluznante relato sobre un crimen y su castigo... o de un castigo y su crimen. Todo acto acarrea sus consecuencias. Y aunque la justicia sea ciega, puede condenar a alguien a VER... por toda la eternidad.
Carmiña "release" 2.0 (Marcelo C. Cardo): El título del cuento me sonaba conocido, de los tiempos de mi infancia, de los años setenta del siglo XX, de cuando la televisión era en blanco y negro... Por suerte, en mi casa no teníamos, por que entonces, con toda seguridad, habría visto un culebrón de esos, la telenovela "Carmiña", que era el comentario general durante las horas de recreo (y eso que mi colegio era de varones...). La versión que hace Marcelo C. Cardo es, definitivamente, mucho mejor. Un culebrón de esos, si, con trama llorosa y final... de telenovela. Leánlo.
Cuidador de estrellas (Adrián N. Escudero): El universo tiene una historia, que puede narrarse desde diversos puntos de vista. Puede ser una historia de evolución, de mero azar jugando con las partículas elementales. Pero también puede una historia de creación, traición, lucha, muerte, resurrección y victoria... que transcurre en siete días.
"Nergum Astrum" (Miguel Á. López Muñoz): La narrativa que puede llamarse de "fantasía histórica" es una de mis favoritas. Es como el steampunk, pero abarca periodos más que anteriores a la era del vapor en Europa, como es el caso del renacimiento italiano, con un Leonardo da Vinci detentador del conocimiento acumulado en la Biblioteca de Alejandría, que no ha desaparecido bajo la locura fundamentalista, sino que sigue irradiando la luz del conocimiento, llevando a los sabios a desarrollar máquinas basadas en la electricidad (magistralmente descrita como tecnología ambarina). Europa florece material y culturalmente. Pero una amenaza venida de más allá de los confines del sistema solar está a punto de destruir esa utopía. ¿Se trata de un fenómeno natural, o hay una inteligencia detrás de la amenaza?
El timo en Sijha (M. C. Carper): Los contactos con otras inteligencias nos traerán, sin duda, muchas sorpresas, y no todas agradables. ¿Cómo será la idiosincracia de seres de otros mundos? ¿Tendrán también religión, modas, crimen, policías y ladrones, buenos y malos? Algo me dice que los terrestres no nos vamos a aburrir después del primer contacto...
Daniel Salvo
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