jueves, 21 de junio de 2012

Alpha Ralpha Boulevard (Cordwainer Smith)



Sin ser necesariamente un autor "difícil", Cordwainer Smith no es una lectura para momentos agitados. Para deleitarse con su prosa, hace falta algo de quietud y silencio, y mucha concentración. Las imágenes que sus cuentos producen en el lector tienden a ser fascinantes y melancólicas a la vez.
El universo en el cual Smith ambienta sus historias es un futuro muy lejano en el tiempo. La humanidad se ha expandido por el universo, dando lugar a una sociedad llena de matices y algo difícil de definir. Los seres que pueblan este universo son robots, humanos, humanos modificados para habitar otros mundos (homínidos) y las subpersonas, animales genéticamente modificados para parecer humanos y realizar tareas que ningún humano podría o desearía hacer (aguardar mil años junto a una puerta, por ejemplo). No hay indicios de vida extraterrestre inteligente, y la tecnología que ha permitido dicha sociedad rompe los parámetros de lo normal, contando con máquinas poderosas pero cuya función apenas puede conjeturarse, y que responden a nombres tan enigmáticos (y poéticos) como la Campana o el Rubí.
El poder en este universo lo ejercen los Señores de la Instrumentalidad. Despóticos, misteriosos, dotados de  capacidades telepáticas, gobiernan de manera casi ritual este universo, en el cual, a pesar de los avances obtenidos, no dejan de haber accidentes o deseos insatisfechos.
En Alpha Ralpha Boulevard , la gente ha apostado por una idea, el Redescubrimiento del Hombre, es decir, la búsqueda del riesgo y la inseguridad para sacar a la humanidad de cierto estancamiento que comienza a percibirse. Los humanos asumen nuevas personalidades (dos personales del relato responden a los nombres de Pablo y Virginia, novela inspirada en los ideales de la ilustración) poblaciones enteras se inoculan enfermedades, se aprenden idiomas de la antigüedad... Pero hay quienes no parecen encajar en este nuevo mundo (Virginia duda de sus sentimientos hacia Pablo, cuestionándose si provienen de su corazón o le han sido implantados como parte de un experimento), y buscan respuestas (o se buscan a sí mismos), acudiendo nada menos que a una inteligencia artificial, conocida como Abba-Dingo, que no es otra cosa que una máquina meteorológica a la que se le atribuye una sabiduría anterior a la de los Señores de la Instrumentalidad. Para llegar a Abba-Dingo, deben caminar por el boulevard del título, una impresionante calzada en ruinas que se pierde entre las nubes.
Tal parece que siempre nos perseguirá la duda respecto a qué es lo que le conviene más a la humanidad: la seguridad (que puede llevar al estancamiento) o el riesgo (que puede llevar al caos). Disyuntiva bellamente planteada en este cuento, cuya solución, por cierto, no es nada fácil.

Daniel Salvo

3 comentarios:

  1. Ah! Cordwainer Smith es uno de los mejores cuentistas del Siglo XX. El futuro que imaginó, oscuro y poético, no tiene parangón.

    Gracias por tu texto!

    Mario

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    1. Efectivamente, es hasta chocante en su originalidad. Luego leí "Un planeta llamado Shayol", y hasta ahora, las imágenes no me dejan.

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  2. Recuerdo una frase suya: "soy una máquina, pero fui una persona hace mucho, mucho tiempo".

    Enorme.

    Saludos desde Barcelona!

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