sábado, 29 de diciembre de 2012

Editorial: 2012, el año que vivimos publicando



Si existe algún lector habitual de Ciencia Ficción Perú, habrá notado un cierto "bajón" en la redacción de contenidos, ya se trate de editoriales, reseñas o ficciones.
No negaré que gran parte del tiempo lo he pasado en la última novedad de la internet, como son las redes sociales (Facebook, Twitter y alguna que otra por ahí...), que es como alimentar sendas páginas web... En todo caso, espero haber aportado algo de interés en dichas redes.
Pero, cuando menos, si les interesará mi experiencia como escritor. En todo caso, quisiera compartirla. Mi experiencia del año 2012 y, espero, mis experiencias del futuro.
El año 2012 inició con la inclusión de mi cuento El primer peruano en el espacio en la antología The Apex Book of World SF 2, a cargo del escritor norteamericano Lavie Tidhar (gracias por la traducción, entrañable José B. Adolph, donde quiera que estés).


La racha de publicaciones apenas iniciaba. Yo mismo empecé la aventura de autoeditarme en formato e-book (no se si llegará a pegar eso de libro electrónico), poniendo a disposición del público algunos cuentos de mi autoría en los formatos ePub y PDF... aventura que pienso continuar.


 Germán Atoche, con su novísima editorial Edita el gato descalzo,  tuvo a bien publicar, en ese mismo formato, el cuento Clase de historia.


Mientras que Informe de inteligencia,  formó parte de la antología Somos libres: antología de literatura fantástica y de ciencia ficción peruana, también en Edita el gato descalzo.




Pero en lo que a publicaciones se refiere, noviembre fue un mes explosivo: mi cuento El agua fue incluido dentro de los Cuentos para sobrevivir al fin del mundo que publicó Azul Editores, editorial a cargo de Melissa Patiño y Piero Montaldo.


Y un artículo comentando la antología en torno a la literatura de vampiros, Los que moran en las sombras, fue publicado en la novísima  Umbral, revista de literatura fantástica dirigida por Sheila Rodríguez.


El cierre del 2012 no podría ser mejor. Desde Argentina, Sergio Gaut vel Hartman comunicó la publicación de Tricentenario, una antología de relatos de autores latinoamericanos con una temática común: la conmemoración de la independencia americana, en el aún futuro año 2121 (eso, para el caso de nuestro Perú, cuya independencia fue la que cerró el ciclo de guerras de emancipación en esta parte del mundo). Dicha antología corrió a cargo de Ediciones desde la gente, y espero poder contar con un ejemplar a la brevedad posible.


Y, el último pero no el menos, mi cuento El arca,  publicado nada menos que en el recientísimo primer número de la revista Altazor, en su dossier de cuentos sobre el Apocalipsis.



Y por si fuera poco... El ínclito Isaac Robles se inició en la labor de editor, alumbrando la revista virtual Agujero Negro que, desde sus inicios en el mes de julio de 2012, lleva ya cuatro ediciones virtuales, en las cuales, generosamente, se me permite colaborar con alguna que otra reseña de esas que suelo perpetrar.

Lo que, en resumidas cuentas, lleva a cerrar un año redondo en publicaciones, que espero continuar en el siguiente año 2013. Pero nada de eso habría sido posible sin el apoyo de terceros, lo cual es justo y necesario reconocer y agradecer, así como a los amables y sufridos lectores.
A quienes me dieron la oportunidad de publicar, en formato físico o virtual, GRACIAS.
A quienes se tomaron la molestia de leerme, GRACIAS.
A quienes disfrutaron lo que leyeron, GRACIAS.

Y a quienes en el futuro me den la oportunidad de publicar, se tomen la molestia de leerme, disfruten lo que lean... y PAGUEN por ello...

¡¡¡GRACIAS!!!

Daniel Salvo





jueves, 27 de diciembre de 2012

En la estación Basilisco (David Weber)




Toda novela tiene su público. Y, para el caso de En la estación Basilisco, debo aceptar que no soy público para este tipo de novelas. No es que tenga nada contra la ciencia ficción militarista, como que me encanta Tropas del espacio de Heinlein, pero esta novela me causó más sopor que otra cosa.
La ambientación no podría ser más insinuante: en el futuro, el Imperio humano, expandido por la galaxia, se ha dividido y subdividido en imperios, reinos, capitanías... Resulta necesario mantener el orden, por lo que no podemos prescindir del elemento militar, incluso en el  futuro lejano. Y la vida militar, como ya se sabe, puede ser una interesante fuente de acción, aventuras y heroísmo.
Pero la presente novela parece haber optado por otro elemento de la vida militar que no siempre es tan evidente: su omnipresente burocratismo. Vamos, que por si no lo sabían, hay que pedir permiso hasta para estornudar, y siempre teniendo presente aquello de las jerarquías. Y vaya que fastidia bastante pasar un capítulo tras percibiendo que los pobres personajes no pueden dejar el "si señor/no señor" ni cuando acuden al servicio higiénico. Al menos, en los pocos capítulos que pude llegar a leer completos, pude notar que dos tercios de la narración se van en reflejar esa atmósfera, en la cual los problemas y tensiones que suscita la competencia al interior de una institución tan jerarquizada como las fuerzas armadas de cualquier índole dejan en segundo plano lo referente a combates entre naves estelares, acciones heróicas, descripción de tecnologías avanzadas, etc.
En suma, lo que he podido leer trata más acerca de las vicisitudes y penurias de la protagonista al enfrentarse a sus superiores jerárquicos y a los sempiternos subordinados rebeldes, quienes obviamente no están dispuestos a dejarla hacer su trabajo tranquilamente, lo que convierte a En la estación Basilisco en una suerte de telenovela o culebrón ambientada en el espacio.Por lo que a mí respecta, bien podría haberse ambientado en cualquier barco de cualquier armada de cualquier país y en cualquier época.
Un detalle a destacar: a falta de loro, la protagonista lleva en el hombro a una criatura extraterrestre de seis extremidades. Como que ahí queda el elemento "cienciaficcionario".

Daniel Salvo

jueves, 20 de diciembre de 2012

Terra Nova - Antología de ciencia ficción contemporánea en e-book


Gracias a Sportula, el sello editorial a cargo del escritor Rodolfo Martínez , he podido agenciarme de esta antología, de reciente publicación. Y lo más interesante de todo, que es el primer libro electrónico (o e-book) que he adquirido comercialmente (si bien he leído otros en dicho formato, eran de descarga gratuita o libre de DRM). Y dado que la editorial es muy consciente del hecho de que un libro electrónico no puede tener el mismo costo que uno impreso en papel, el precio de la descarga ha sido casi simbólico (al cambio en moneda peruana, me costó 10 soles. Bueno, le costaron a un amigo que tiene tarjeta de crédito (que, ni modo, tendré que gestionar si quiero seguir en el mundo virtual).
La adquisición virtual puede hacerse desde el portal de la editorial Sportula, o desde el no menos fabuloso sitio Smashwords (si no está afiliado... ¿qué está esperando?), que ofrece el libro en todos los formatos de lectura electrónica disponibles (MOBI, EPUB, TXT, HTML, JAVASCRIPT, DOC, PDF, Palm doc...), al mismo precio.
Nada, que ya estoy disfrutando de este libro electrónico, tanto por su contenido como por su formato. Felicitaciones a Sportula.

Daniel Salvo

jueves, 6 de diciembre de 2012

Hacia la Fundación (Isaac Asimov)


Publicada tras la muerte de Isaac Asimov, Hacia la Fundación pretende ser un cierre entre la primera precuela, Preludio a la Fundación, y el ciclo de las Fundaciones que todos conocemos (Fundación, Fundación e Imperio, Segunda Fundación). 
Siendo otra precuela a las Fundaciones, esta novela se diferencia con mucho de la anterior, mucho más rica en cuanto a la descripción socioeconómica de Trántor, en cuanto planeta capital del Imperio Galáctico, ignorante de su inminente decadencia. Hacia la Fundación está escrita en un estilo muy similar a la de las Fundaciones originales: los capítulos que componen el libro representan sendos episodios de la biografía de Hari Seldon, ocurridos en períodos de diez años. Así, somos testigos de los logros obtenidos por Hari Seldon en su madurez - ¡nada menos que Primer Ministro del Imperio! - y su decidida intervención contra un grupo de conspiradores.
Se evidencia un deseo de Asimov de recurrir a elementos algo conservadores, como puede serlo la "familia" de Seldon (a pesar de estar compuesta por un hijo adoptivo y una mujer de orígenes desconocidos, se comportan como si fueran parte de una sitcom de los años cincuenta). Y qué decir de Seldon-abuelito, con chochera y todo...
Entran a tallar otros elementos de la sociedad trantoriana, ciega ante los cada vez más evidentes signos del deterioro del Imperio. Los militares, los intelectuales y la plutocracia, que como se sabe, jugarán un papel clave en la implementación de las Fundaciones.
De otro lado, aparecen y desaparecen otros personajes, ya directamente vinculados con la actividad principal a la que Hari Seldon ha dedicado su existencia, esto es, la psicohistoria. Otros matemáticos se incorporarán a su proyecto, además de otros personajes dotados de habilidades más que singulares, verdadero germen del futuro.
Es con la aparición de estos personajes que se pierde mucho de lo que se denomina suspensión de la incredulidad. De un lado, por que nos "recuerdan" lo que va a ocurrir en el futuro (a quienes ya hemos leído el ciclo original de las Fundaciones). De otro, hay un abuso del deus ex machina, de apariciones y desapariciones tan oportunas que resultan difíciles de creer, y que alteran de manera bastante significativa la visión original que tenía Asimov tanto de la Fundación establecida en Términus como de la Segunda Fundación... Algo así como la relación entre "la Fuerza" y las "midiclorias" en el universo de Star Wars. Así de decepcionante es.
Con todo, la novela se deja leer, aunque no parece ser tan imprescindible como pareció creerlo Asimov (o sus editores). En todo caso, el ciclo de la Fundación se complementa con más detalle, y no desmerece en nada al estilo al que nos tiene habituados el Buen Doctor, lo que no es poco.

Daniel Salvo