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martes, 24 de mayo de 2011

El misterio de la loma amarilla (José Güich Rodríguez)


El asombroso misterio de José Güich Rodríguez



Güich Rodríguez, José. El misterio de la loma amarilla. Lima: Ediciones SM, 2009. 157 pp.

José Güich Rodríguez es un notable escritor peruano que ha incidido con muy buenos resultados en la fantasía y en la ciencia ficción. Ha publicado ya tres libros de relatos: Año sabático (2000), El mascarón de proa (2006) y Los espectros nacionales (2009), los dos últimos son espectaculares y demuestran a un escritor maduro, dueño de un lenguaje impecable y de una serie de recursos estilísticos y argumentales que no tienen parangón con otro autor de su generación.

Este narrador ha sido un gran referente para mi primer libro de cuentos: Historias de ciencia ficción, que amablemente prologó. Aunque hace por lo menos un año no leía un libro de temática juvenil, puedo decir que El misterio de la loma amarilla influirá en los futuros trabajos literarios que me proponga, incluyendo mi próximo libro de cuentos que está próximo a salir. Es normal que los lectores constantes reneguemos de títulos juveniles al llegar a cierta edad, pero sí la calidad es grande, entonces el libro es bienvenido siempre, así tenemos varias novelas de Robert A. Heinlein, Isaac Asimov, C. S. Lewis y tantos otros que han escrito buenas historias dirigidas a un público adolescente.

En esta novela, José Güich retoma a uno de sus personajes más queridos: Pablo Teruel, quien ya ha aparecido en algunos cuentos del autor (El veterano, El otro monitor), investigando casos insólitos, es como “El santo” peruano (si recuerdan las emocionantes novelas de Leslie Charteris), cuya misión será develar un gran misterio que aqueja a una zona costera.

La novela está estructurada en dos tiempos: 1968, donde Pablo Teruel rememora los extraordinarios sucesos acaecidos en la loma amarilla que, por cierto, resulta ser su primer caso. Esto nos lleva a 1921, al distrito de Surco, que aún no era una zona urbana. Se puede observar en el texto el crecimiento del personaje, quien deja de ser un simple aficionado para convertirse en una suerte de héroe, que se sumerge en los recovecos de un misterio insondable, el cual, a pesar de los años transcurridos, no ha podido olvidar.

Cabe mencionar las referencias pop, de las cuales hace uso el autor para que el relato resulte más verosímil (notemos la mención a la serie Dimensión Desconocida de los años sesenta, presentada por el mítico Rod Serling, una de las grandes influencias sobre José Güich). El autor nos envuelve en una especie de narrativa conjetural, donde nada es lo que parece. De hecho el final es una total sorpresa digna de los maestros del género.

Es apreciable el magnífico uso del lenguaje, el cual atrapa de inmediato al lector y lo conduce a acabar la lectura de un tirón. También es digno de mención el adecuado manejo del suspenso, nótese que se trata de una novela juvenil y mantiene muchas de las constantes de este tipo de ficción. Así tenemos varios elementos como el héroe, la chica guapa de la que el héroe se enamora, el ayudante de este héroe y el villano, aunque como dije, esta novela va mucho más allá de lo que se aprecia a simple vista y esto la hace deleitable. Además se percibe cierto contenido ecológico, el cual se integra a la gran sorpresa final del libro. En suma, un texto recomendable, que hará las delicias de los adictos al género fantástico y la ciencia ficción. Aunque no muy denso, resulta bastante entretenido y contiene un gran valor literario pues representa a la novela fantástica peruana tal como es, o tal como debe ser.

—Carlos Enrique Saldivar

Publicado originalmente en la revista Velero 25:

http://www.velero25.net/2010/04abr10/abr10pg15.htm

Correspondiente a abril de 2010

jueves, 1 de abril de 2010

El misterio de la Loma Amarilla (José Güich Rodríguez)







La maestría para lo fantástico demostrada por José Güich Rodríguez en sus libros de relatos Año sabático (2000), El mascarón de proa (2006) y Los espectros nacionales (2009), asume ahora la forma de la novela, que además juega con la intriga desde el mismo título: El misterio de la Loma Amarilla.

La novela juega con más de un elemento que tienden a convertirla en entrañable para lector. De un lado, Güich retoma a uno de sus personajes emblemáticos, el periodista Pablo Teruel, de quien al fin comenzamos a conocer algo de su envidiable etapa juvenil; y de otro, la inclusión de episodios y personajes de la vida política y cultural peruana de los años veinte del siglo pasado, en una Lima aún señorial y diminuta que empezaba a agitarse debido a los cambios sociales.


El argumento es el siguiente: en una hacienda situada en el actual distrito de Surco, al sur de Lima, se suscitan misteriosos eventos: ruidos subterráneos, luces y extraños olores son percibidos alrededor de la Loma Amarilla, una elevación de terreno que además cuenta con su propia leyenda, puesto que en ahí tuvo lugar una batalla entre fuerzas peruanas y chilenas. Alarmado ante estos sucesos, el propietario de la hacienda, que además es un político influyente, solicita la ayuda de Teruel, entonces estudiante de Derecho, pero ya con cierta fama debido a sus dotes detectivescas, que intenta -inútilmente- ejercer con discreción. Una vez instalado en la hacienda, Teruel inicia sus pesquisas en una de las direcciones correctas -una intriga criminal que involucra incluso a miembros de las altas esferas del poder político y social de la época - , sin sospechar que las respuestas obtenidas respecto a lo que ocurre no sólo en la Loma Amarilla sino en el resto de la hacienda, son sólo la punta del iceberg: la Loma Amarilla oculta un misterio aún mayor, que se hace patente con el hallazgo de objetos que en un principio son considerados como vestigios arqueológicos precolombinos, pero que luego de un detenido examen, evidencian una manufactura y un propósito ajenos a todo lo conocido por el hombre. ¿Son de origen extraterrestre, restos de una civilización desaparecida o experimentos de alguna sociedad secreta demasiado avanzada para su tiempo? La sorprendente solución al enigma da pie además para posibles continuaciones. Esperemos que Güich asuma la tarea.