El fondo del cielo
Rodrigo Fresán
Debolsillo, junio 2011
Barcelona
De este libro, se podría afirmar que es la más hermosa historia de la ciencia ficción anglosajona del siglo XX, escrita en clave de novela.
Por que todos (o casi todos...) están aquí. Asimov, Heinlein, Bradbury, Ballard, Gernsback, Dick, Sturgeon, Clarke y Vonnegut. Ellos y sus hijos, que son las series de televisión y producciones cinematográficas surgidas al influjo de la ciencia ficción. Deckard viendo morir al replicante Roy Batty mientras suelta su famoso monólogo. El niño estelar contemplando la Tierra luego de ser transformado por el monolito. Duelos de sables laser sostenidos en naves capaces de sobrepasar la velocidad de la luz. Una tripulación de exploradores vistiendo piyamas visitando la frontera final. Un arquitecto alucinado con una invasión extraterrestre... Y paro de enumerar.
Al lector fanático (más que aficionado) a la ciencia ficción, “El fondo del cielo” le depara el placer infantil de jugar al adivina quién es con las claves ya resueltas, con las obras y biografías de los autores suficientemente trajinadas como para saber quien es quien, con los años de publicación y emisión conocidos al derecho y al revés, pero le puede dar también la inesperada revelación de saber quien es el propio lector, qué clase de vida ha tenido para llegar a ser parte de ese universo creado desde y por la ciencia ficción. Quizá una advertencia apropiada para su lectura sería “la nostalgia puede dar lugar al desencanto”: el desencanto de descubrirse a sí mismo como un morador más del fondo del cielo, un universo que parece haber llegado a su fin.
El lenguaje es preciosista, los párrafos como joyas engarzadas que se suceden una tras otra, mientras nos enteramos de la historia de amor imposible e increíble entre cuatro personajes que podrían ser, y no serlo al mismo tiempo, versiones alternativas de los escritores de ciencia ficción Isaac Asimov (o Harlan Ellison), Philip K. Dick (o Cordwainer Smith) y Howard Phillips Lovecraft (o Theodore Sturgeon), tres estrellas (o planetas) girando en torno a la más imposible de las mujeres, aquella que nos quiere, respeta y aprecia, pero nunca sabremos si en realidad nos ama.
Es el fin de la ciencia ficción, o el fin de un mundo
Tras la lectura de “El fondo del cielo”, surge la pregunta: ¿se terminó la ciencia ficción? ¿Puede dar más el género en este siglo XXI? ¿O ya vivimos en un mundo alternativo que la hace obsoleta, como género literario o como literatura de ideas? Pero si la ciencia ficción ya es obsoleta... ¿entonces, qué no lo es?
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