viernes, 2 de septiembre de 2011

Editorial: Dos días con David Roas



No, no vayan a pensar que ha habido un cambio en mi perspectiva de la vida. Simplemente, quisiera participarles la experiencia genial que ha tenido lugar los días 1 y 2 de setiembre de 2011, en los que he asistido al taller Lo fantástico en la narrativa española, dictado por David Roas en el Centro Cultural de España en Lima (y, así se llama).

¿Y quien es David Roas? Aparte de un expositor simpatiquísimo, capaz de hacerte entender (por fin) de qué va eso del principio de incertidumbre de Heisemberg y cómo es que el gato de Schrödinger está vivo y muerto a la vez, y mezclar eso con nociones de teoría literaria, mientras uno está ahí, oyéndolo, tan feliz como si estuviera tomando lonche mientras ve dibujos animados, es uno de los principales impulsadores de los estudios de la literatura fantástica en el ámbito hispanohablante. David Roas ha redactado antologías, cuentos, ensayos y compilaciones en torno a lo fantástico, género en el que se mueve con una pasión contagiante. Borrador editores tuvo a bien publicar uno de sus libros de cuentos, Horrores cotidianos, "donde lo fantástico se mezcla con el horror del mundo moderno más monótono y gris", según las certeras palabras del crítico Elton Honores.

Desde su participación en el Primer Coloquio Internacional de Narrativa Fantástica que tuvo lugar en 2008, donde tuve la oportunidad de conocerlo, David ha manifestado un gran interés por nuestra narrativa fantástica y por nuestra comida, al punto que ha decidido pasar estos meses de agosto y setiembre en Perú, compartiendo sus sapiencias en lugar de disfrutar el verano español. Vino acompañado de su esposa y también investigadora literaria, la guapísima Ana Casas, (decir que es guapa es poco, tendrían que verla...), quien dictó el taller Lo fantástico en la literatura y cine españoles

¿Y qué se trató en el taller al que asistí? Pues además de ponernos al tanto de los tiempos interesantes que está pasando lo fantástico en España, que al igual que el Perú, está descubriendo una tradición fantástica no reconocida oficialmente, nos comunicó algo de su teoría sobre lo fantástico, como un tipo de narrativa que provoca, ante todo, miedo, un miedo metafísico basado en la transgresión de las reglas del mundo "normal" que se produce en un relato fantástico, tenga o no elementos "sobrenaturales" (entrecomillado mío, pues según David, un orco o un elfo de "El Señor de los Anillos" deja de ser sobrenatural en cuanto deja de producir asombro en los demás personajes, o en el lector, diría yo). Un tipo que nunca puede salir de una estación de trenes a pesar de los carteles que indican la salida, o un niño que se pierde en su cama producen un miedo por lo inexplicable de su situación.

También se comentó  que, en el relato fantástico actual, se está dejando oir la voz del "otro", es decir, no del protagonista usual que atestigua o se enfrenta a lo fantástico, sino de quien ha pasado al "otro lado" de lo fantástico y narra "desde ahi", además de otros conceptos teóricos que podrían ser aprovechables por estudiosos y autores del fantástico nacional.

Es de apreciar el interés que viene despertando la obra de nuestro compatriota Fernando Iwasaki, destacando los microcuentos del volumen  Ajuar funerario.

En fin, son mis impresiones, lo más aconsejable es leer a David en sus textos teóricos y narrativos (esperamos ver en nuestras librerías su cuentario Distorsiones, editado en 2010 por la editorial Páginas de espuma).

Por lo pronto, sólo me queda despedirme con un entusiasta "¡gracias, Maestro!"


Daniel Salvo











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