domingo, 21 de abril de 2013

Cuento: Manadas por energía (Luis B. Román Abram)



Manadas por energía

Luis Benjamín Román Abram


La reducida manada de Amargasaurios se desplazaba por el bosque del Cretácico terrestre a regular velocidad, sin que las ásperas ramas bajas de los árboles o algunas de las semillas de las coníferas que tocaban sus cuerpos de diez metros de longitud y cinco toneladas de peso la distrajeran… Al llegar a su destino, los dinosaurios, doblando sus patas delanteras, comenzaron a beber agua turbia en abundancia. Siendo herbívoros, no advertían a los nuevos visitantes del lugar, una amenaza aparente. Los miembros que realizaban la vigilancia, mientras los demás animales se refrescaban, tampoco recibieron las señales eléctricas de sus pequeños cerebros para dar alerta o acaso, lanzarse a la ofensiva ante los cien humanos que se movían frenéticamente sobre una estructura de grandes dimensiones, apoyada en cien pilares en el centro del pantano.

Los equipos de alta tecnología del siglo veintisiete les permitían, a las visitas, convertir, en solo minutos, los deshechos que guardaba la ciénaga, en componentes para ser acoplados y levantar así el módulo de vivienda y la torre de comunicaciones espacio temporal. El grupo más numeroso estaba encargado de los inmensos laboratorios de clonación.

—Doctora Bárbara, nos reportamos desde la estación de la Amarga.

—Recibido, León, activando holo-conferencia—estábamos preocupados, ha pasado un mes desde el viaje temporal.

—Doctora, que gusto poder contactarnos, fue muy complicado por la ligera radiación que acompaña el terciario, parece que aquí está más concentrada que en el viaje del otro equipo.



“Iré directo al punto. Con el trabajo de campo hemos confirmado que en los últimos doscientos millones de años apenas han existido quinientos mil dinosaurios, cifra totalmente inferior a la que hubo cuando el meteorito, que dirigió nuestro grupo cero, causó la gran extinción, es decir, en tan solo media centuria en el futuro. No hay alternativa, hemos procedido a ensamblar la estación según lo planeado.”

—Muy bien, doctor León — respondió—. Entonces solucionen la inconsistencia, inicien la clonación masiva, debemos lograr multiplicar en mil veces la cifra de reptiles que mencionó, no importa el tamaño o la clasificación a la cuál pertenezcan. Lo mismo con los bosques, necesitarán mucho alimento.

“Hasta ahora todo va bien en nuestra época, sigue escrita en la historia la importancia capital de lo que producirán, pero si fracasamos en la misión, las oportunidades disminuirán drásticamente, y le advierto que no tendremos la opción de suplirlos con el escuadrón de reserva que estamos formando. Solo los estamos entrenando por temas políticos pero no estarán listos a tiempo, realmente esto depende de ustedes.”

“Si fallan, nuestros ancestros de los siglos veinte y veintiuno, nunca se industrializarán por falta de la suficiente cantidad de la energía negra y nuestra sociedad actual no existirá. Tienen que lograrlo, de ustedes depende la formación del petróleo.”

 ***

Luis Benjamín Román Abram. Escritor. Abogado con estudios de postgrado en Administración de Empresas y Seguros.





No hay comentarios:

Publicar un comentario