jueves, 27 de diciembre de 2012

En la estación Basilisco (David Weber)




Toda novela tiene su público. Y, para el caso de En la estación Basilisco, debo aceptar que no soy público para este tipo de novelas. No es que tenga nada contra la ciencia ficción militarista, como que me encanta Tropas del espacio de Heinlein, pero esta novela me causó más sopor que otra cosa.
La ambientación no podría ser más insinuante: en el futuro, el Imperio humano, expandido por la galaxia, se ha dividido y subdividido en imperios, reinos, capitanías... Resulta necesario mantener el orden, por lo que no podemos prescindir del elemento militar, incluso en el  futuro lejano. Y la vida militar, como ya se sabe, puede ser una interesante fuente de acción, aventuras y heroísmo.
Pero la presente novela parece haber optado por otro elemento de la vida militar que no siempre es tan evidente: su omnipresente burocratismo. Vamos, que por si no lo sabían, hay que pedir permiso hasta para estornudar, y siempre teniendo presente aquello de las jerarquías. Y vaya que fastidia bastante pasar un capítulo tras percibiendo que los pobres personajes no pueden dejar el "si señor/no señor" ni cuando acuden al servicio higiénico. Al menos, en los pocos capítulos que pude llegar a leer completos, pude notar que dos tercios de la narración se van en reflejar esa atmósfera, en la cual los problemas y tensiones que suscita la competencia al interior de una institución tan jerarquizada como las fuerzas armadas de cualquier índole dejan en segundo plano lo referente a combates entre naves estelares, acciones heróicas, descripción de tecnologías avanzadas, etc.
En suma, lo que he podido leer trata más acerca de las vicisitudes y penurias de la protagonista al enfrentarse a sus superiores jerárquicos y a los sempiternos subordinados rebeldes, quienes obviamente no están dispuestos a dejarla hacer su trabajo tranquilamente, lo que convierte a En la estación Basilisco en una suerte de telenovela o culebrón ambientada en el espacio.Por lo que a mí respecta, bien podría haberse ambientado en cualquier barco de cualquier armada de cualquier país y en cualquier época.
Un detalle a destacar: a falta de loro, la protagonista lleva en el hombro a una criatura extraterrestre de seis extremidades. Como que ahí queda el elemento "cienciaficcionario".

Daniel Salvo

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