martes, 8 de febrero de 2011

Congreso nacional de escritores de literatura fantástica y ciencia ficción


Congreso nacional de escritores de literatura fantástica y ciencia ficción


24, 25 & 26 de Febrero de 2011


Sala de Conferencias de la
Casa de la Literatura Peruana


Programa

Jueves 24 de febrero



Inauguración 16:30- 16:40 hrs
Elton Honores, Universidad San Ignacio de Loyola
Karen Calderón, Casa de la Literatura Peruana

Mesa 1
Intrusiones fantásticas: entre la vanguardia y lo extraño 16: 40- 17: 40 hrs

El género fantástico y el sentido de mexicanidad
(de José María Roa Bárcena a Rafael Olea Franco)
Rolando Álvarez
Universidad de Guanajuato – México

Lo fantástico y su relación con la vanguardia narrativa peruana:
Una lectura de Los sapos y otras personas de Alberto Hidalgo
Juan Cuya
Universidad Nacional Mayor de San Marcos

Biografía fantástica. Una lectura de la novela
Biografía ilustrada de Mishima (2009) de Mario Bellatin
Judith Paredes
Universidad Nacional Federico Villarreal


Mesa 2
Narrativa fantástica peruana contemporánea I: 17: 45- 18:55 hrs
Participan: Carlos Herrera, José Donayre, José Güich, César Silva Santisteban & Enrique Prochazka

Presentación del libro: 19:00- 20:00 hrs
Mundos imposibles
Lo fantástico en la narrativa peruana
Elton Honores

Presentan: Santiago López Maguiña, Marcel Velázquez & César Silva Santisteban

Viernes 25 de febrero

Mesa 3
Clásicos de la literatura fantástica peruana 14: 30 – 15: 25 hrs

Entre el naturalismo y lo fantástico:
la literatura francesa en los cuentos de Clemente Palma
Javier Suárez
Pontifica Universidad Católica del Perú

Lo fantástico en el “Hipocampo de oro” de Abraham Valdelomar
Jonathan Suárez
Universidad Nacional Mayor de San Marcos

Un testimonio de lector de la modernidad avasallante en Adolph
Christian Espinoza
Universidad Nacional Mayor de San Marcos


Mesa 4
Exhumaciones de lo fantástico 15:30 – 16: 35 hrs

El subtexto del discurso enciclopedista en 999 palabras para el planeta Tierra.
Una entrada a la ciencia ficción de Enrique Congrains
Francisco Najarro
Universidad Nacional Mayor de San Marcos

Transgresión y castigo: “María marimacha”.
Análisis de un antiguo relato oral fantástico limeño
César Espinoza
Universidad Nacional Federico Villarreal

Un cuento fantástico: antimimésis y desdoblamiento corporal.
El caso de Juan "el Amarillo" de Telmo Salinas García (1945)
Jhonny Pacheco
Universidad Nacional Mayor de San Marcos

La imagen del doble en "El manco" de Manuel González Prada
Eduardo Lino
Universidad Antonio Ruiz de Montoya


Mesa 5
Operas primas: el sentimiento de lo fantástico 16:40- 17:50 hrs.
Participan: Jeremy Torres, Yeniva Fernández, Augusto Murillo de los Ríos, Carlos E. Freyre & Julio Meza Díaz


Mesa 6
Reflexiones sobre el terror fantástico 17: 55- 18:55 hrs

Stephen King: más allá del terror comercial
Daniel Salvo
Escritor y periodista

Dean R. Koontz o el terror contemporáneo
Carlos Saldívar
Escritor

H.P. Lovecraft: un hombre perdido en el tiempo
Alejandro Neyra
Escritor y diplomático

Presentación del libro 19:00: 20:00 hrs
Los que moran en las sombras.
Asedios al vampiro en la narrativa peruana
Elton Honores & Gonzalo Portals

Comentarios de Carlos Calderón Fajardo, José Güich & José Donayre


Sábado 26 de febrero


Conferencia Magistral 15:00- 16:00 hrs

El horror de lo cotidiano: literatura fantástica y transgresión (Lectura)
David Roas
Universidad Autónoma de Barcelona – España


Mesa 7
Fantástico, Fantasy & CF en el Perú 16:10- 17:20 hrs.
Participan: Iván Bolaños, Hans Rothgiesser, Mónica Belevan, Pedro Félix Novoa & Alexis Iparraguirre


Mesa 8
Teatro y narrativa gráfica de CF latinoamericana 17: 25 -18:45 hrs

CF en el teatro de Juan Rivera Saavedra
Mary Oscátegui
Directora de teatro

Ellos, autómatas y solidarios: dominación y resistencia
en El Eternauta (Oesterheld / Solano)
Arturo Córdova
Universidad Nacional Mayor de San Marcos

Los juguetes macabros en Toy Box de Diego Rondón Almuelle
Víctor Hugo Asencios
Universidad Nacional Mayor de San Marcos

Algunos alcances sobre lo fantástico y la ciencia ficción
en la historieta latinoamericana
Raschid Rabí
Universidad Antonio Ruiz de Montoya


Mesa 9
Literatura fantástica peruana contemporánea II
La minificción en la Generación del 50 18:50 - 19: 50 hrs.
Lectura de textos de:
Juan Rivera Saavedra, Manuel Velázquez Rojas & Raquel Jodorowsky


Clausura: 19:50- 20:00 hrs.

Brindis de honor.



Actividad paralela: Sábado 26 de febrero 15:00 – 20:00 hrs
Exhibición y venta de revistas de literatura peruana y libros de autores nacionales
Participan: Cuerpo de la Metáfora Editores, Tinta Expresa Revista de literatura, Ínsula Barataria Revista de literatura y cultura, Ajos & Zafiros Revista de literatura, Argonautas Revista de fantasía, misterio y ciencia ficción, Ediciones SM, Estruendomudo, Editorial Casatomada, TXT Revista de creación, El Horla Fanzine.

martes, 1 de febrero de 2011

Editorial: Educación




Ad portas de elegir al nuevo Presidente de la República, el ambiente político peruano vuelve a animarse. Pero, como siempre, se anima como una juerga en una chingana de mala muerte. La novedad es que ahora los políticos tienen cuentas en Twitter y Facebook, pero les dan el uso de siempre: insultos, puyazos y mentiras. No se aprecia, ni se vislumbra, un debate de nivel. Así estamos, pues como dice el refrán, a tal señor, tal honor. El elector peruano tiene los políticos que se merece, también.
Es por eso que la EDUCACION no suele aparecer como tema principal en el ambiente político. Para unos, apenas consiste en construir más colegios o aumentar el sueldo a los profesores. Para otros, algo que debe privatizarse y que sea lo que Dios quiera. Para los menos, tenemos el mejor sistema educativo del mundo.
Por supuesto, lo anteriormente señalado es lo que dicen los políticos de boca para afuera. Por que, en su fuero interno, les interesa muy poco o nada la educación. Y menos, la educación pública.
¿Por qué afirmo esto? Obvio. El político peruano suele hacer de la política una carrera para ascender a lo que considera un mejor nivel de vida, un mejor status. Con ese mejor status, se compra casa, carro y educa a los hijos en colegio particular "de prestigio". Y si su nuevo status gira en torno al colegio particular... ¿qué interés puede tener en la educación pública? Y siguiendo la secuencia, ¿qué interés REAL puede tener un político en la salud pública o el transporte público, si nunca va a rebajarse a utilizar esos servicios? Como dijo una connotada congresista: "La seguridad social es para los que tengan que padecerla". Igual que la educación pública.
Con lo que volvemos a descubrir que vivimos en un mundo de ciencia ficción distópica, descrito en películas como Gattacca y similares. El clasismo en que vivimos va a perpetuarse.
¿Se puede cambiar la situación? ¿La ciencia ficción puede darnos una salida, una respuesta?
Además de los viajes espaciales o temporales, la ciencia ficción se ha ocupado también de la educación. Una de las historias más escalofriantes que existen (pese a su aparente jocosidad) es "Y enseñar locamente" de Lloyd Biggle Jr., en la cual la educación escolar se impartía mediante la televisión. Los exámenes habían sido reemplazados por índices de audiencia (ratings), a partir de los cuales se verificaba la marcha del sistema educativo. La filosofía era la siguiente: si el niño observa la televisión, algo aprenderá. El resultado era que los profesores debían recurrir a técnicas histriónicas para intentar captar la atención de los alumnos. Entretenerlos antes que educarlos. (tal parece que en Chile han comenzado a aplicar esta teoría). Más melancólica (y completamente desesperanzadora) era la visión de Robert F. Young en "Treinta días tenía setiembre", en la cual la televisión también ha invadido los predios de la educación y cumple bien su función educativa... con la salvedad de que esta consiste en convertir al educando en un buen y eficiente consumidor, actualizando el automóvil cada año y que no tiene por qué extrañar cosas tan inútiles como los libros y los maestros, reemplazados por robots primero, luego por animadores de televisión. Así, en lugar de ciudadanos, obtenemos felices... emprendedores.
Las visiones mencionadas son y no son lo que parece ser el porvenir de la educación peruana. O bien un trasto inútil, o bien un adoctrinamiento para prosumidores, emprendedores, aspiracionales o el término que se ponga de moda. ¿Formar ciudadanos, buenas personas, gente con pensamiento crítico? Lo dudo. Lo que hacen falta son ingenieros, no filósofos.
Una gota de esperanza la pone David Brin en El cartero. La civilización - norteamericana, por cierto - ha caído, y los restos de población subsisten como pueden. No hay nada parecido a un sistema de enseñanza, ni interés por parte de los adultos o de los niños por la "educación". Sin embargo, el cartero del título logra hacer creer a la gente que la civilización ha sido restaurada... y esta argucia trae como consecuencia, entre otros cambios, un renovado interés por la educación, por la enseñanza de artes a punto de olvidarse, como la lectura. Lo interesante de la novela es que tanto los adultos como los menores manifiestan un gran interés en la creación de nuevas "escuelas". Al volver a sentirse parte de algo más trascendente que su entorno inmediato, entienden que la educación es la clave para vincularse mejor unos con otros. La buena educación no jerarquiza ni margina: une.
Tal vez esa sea la clave para la educación peruana de la siguiente década, no una institución dejada a su suerte o manipulada por intereses espureos, sino un punto de encuentro del escolar con la cultura que somos, donde el conocimiento vincule a la familia con el colegio y el resto de la sociedad.
Un lugar en el cual el maestro de escuela, hoy en día tenido como el profesional menos apreciado en el ranking de "emprendedores" , sea reconocido como lo que realmente es: el primer intelectual con quien nos encontramos en nuestras vidas, el que nos enseña a ser humanos. Nuestra sociedad sostiene que en la cúspide de la intelectualidad se encuentra el catedrático universitario. Puede ser para el caso del conocimiento especializado (que suena mejor que eso de "educación superior").
Pero eso debe cambiar: a nivel global, es el maestro de escuela quien debe ocupar el primer lugar en cuanto a consideración y apoyo, dado que el impacto de su desempeño marcará por el resto de su vida a los estudiantes que estén bajo su influencia. Gracias al maestro de escuela, entendemos la cultura como algo propio, cotidiano, de andar por casa, como dicen en otros lugares.
¿Cómo sería el mejor colegio, público o privado? Uno en el cual los alumnos, como jugando, intercambien libros. ¿Y el peor colegio? Aquel cuyos egresados se pregunten ¿en tu colegio había cholos?


Daniel Salvo, febrero 2011

El mapa del tiempo (Félix J. Palma)





Tal como su título sugiere, esta extensa y entretenida novela trata sobre viajes en el tiempo, aunque no necesariamente es una novela de viajes en el tiempo. De hecho, las tres historias narradas, ambientadas en la Inglaterra de fines del siglo XIX, tienen como tema principal el desplazamiento temporal, pero no en todas se produce el mismo, aunque las apariencias parezcan indicar lo contrario.

En la primera historia, el protagonista realiza un viaje al pasado para intentar impedir que el asesino en serie conocido como Jack el Destripador acabe con la vida de su amada, una infeliz prostituta de Whitechapel. Si bien el lector puede considerar que la extensión de esta historia es excesiva, el desarrollo y la conclusión de la misma lo ameritan. Felix J. Palma tiene un dominio envidiable del arte de narrar, además de un notorio amor por los detalles. Uno se desliza por la novela como si realmente estuviese caminando por las calles de Londres del siglo XIX.

En la segunda historia, un viaje al futuro - la mayor atracción del momento - nos permitirá asistir a la teatral batalla que tendrá lugar entre los últimos seres humanos, bajo el mando del bravío capitán Derek Shackleton; y los autómatas inteligentes que en ese entonces dominarán la Tierra. La descripción del "futuro" y lo que ocurre en él es, simplemente, inolvidable. Además, la protagonista de este viaje, una hermosa joven aburrida de las represivas costumbres victorianas, encontrará por fin al amor de su vida, por quien sería capaz de todo, incluso de abandonar su propio tiempo (y otras valiosas posesiones).

¿Son ciertos estos desplazamientos temporales, o se trata de trucos urdidos por hábiles estafadores que conocen los más profundos anhelos de los viajeros? ¿Es tan fácil viajar en el tiempo, ya sea al pasado o al futuro, con la tecnología occidental del finales del siglo XIX? ¿Hay alguna lógica que sustente los viajes en el tiempo? Afortunadamente para el lector, en medio de este laberinto temporal aparece nada menos que el mismísimo H. G. Wells, el autor de La máquina del tiempo, quien interviene como secundario de lujo en los eventos que dan lugar a las historias ya comentadas, dada su fama de ser el primer escritor en plantear la posibilidad de viajar en el tiempo (al menos, en lo que a la literatura anglosajona se refiere*). El Wells descrito en la novela asume con gracia su papel de “experto” en viajes temporales... hasta que el mismo se ve envuelto en una trama de proporciones épicas, en la que intervienen viajeros procedentes del futuro, armas de rayos calóricos y los también escritores Bram Stoker y Henry James. El desenlace de El mapa del tiempo, en el cual se desliza la posible existencia de mundos paralelos, rinde un magistral homenaje a H. G. Wells, puesto que lo convierte en el padre, tanto literario como genético, de los viajes en el tiempo.

El mapa del tiempo está destinado a convertirse en un clásico.



Daniel Salvo




* H. G. Wells escribió La máquina del tiempo en 1895. Medio siglo antes que el autor británico, el peruano J.M. del Portillo (y tal vez alguien más) publicó la narración Lima de aquí a cien años en 1843, donde se relata un viaje al futuro, en el cual las cosas han cambiado mucho en lo material y tecnológico, pero muy poco en cuanto a la idiosincrasia peruana.

999 palabras para el planeta Tierra (Enrique Congraíns Martin)







Si bien el propio Congrains negaba que se tratase de ciencia ficción, los elementos del género están presentes: una nave extraterrestre, proveniente de un ignoto y lejano planeta, arriba a nuestro mundo y solicita un artículo en el que se defina al planeta Tierra en 999 palabras.
Dicho artículo, según lo solicitado, formará parte de la Gran Enciclopedia Intergaláctica, aunque ya desde la Fundación de Asimov hemos aprendido a desconfiar de enciclopedistas, pues sus motivos suelen estar más allá de la recopilación o difusión de conocimientos. En todo caso, los motivos y el proceder de la nave, bautizada por el ingenio terrestre como nave editora, siguen siendo completamente desconocidos y desconcertantes tanto al principio como al final de la novela. A fin de cuentas, es la condición humana la que es examinada a partir de la piedra de toque en que consiste la llegada de la nave y su insólita petición.
Enrique Congrains trata así el tema del contacto extraterrestre, desde una perspectiva que dista mucho del optimismo o pesimismo aventurero que suele asociarse al género. Los extraterrestres no son ni invasores malvados ni desinteresados bienhechores, sino entidades que parecen estar interesadas tan sólo en el conocimiento. De hecho, en el transcurso de la novela no nos dice nada acerca de la naturaleza de los seres que han enviado la nave: no se sabe qué o cómo son, o si siguen existiendo. La única justificación aparente de su contacto es su interés, vale decir, su curiosidad respecto a los humanos.
La nave, una vez posada en el desierto iqueño, en las inmediaciones de la célebre pampa de Nasca, establece contacto con un lugareño, el maestro Toribio Huayta, personaje que parece surgido de la pluma del mejor Manuel Scorza (aunque José Donayre Hoefken le atribuye "pinceladas" del escritor nasqueño Gregorio Martínez). Huayta transmite la solicitud del artículo a las autoridades locales, estos a las nacionales y al fin, todo queda en manos de la UNESCO, organismo que designa una comisión encargada de redactar el artículo. Paralelamente, un grupo de amigos de origen hispanoamericano constituye una suerte de comisión alternativa, desde cuyo punto de vista - asombrosa pirueta narrativa de Congraíns - el lector es puesto al tanto de los avances del artículo, además de otros aspectos de nuestra región (gastronómicos, religiosos, culturales).
Pese al acontecimiento trascendental que constituye el arribo de una nave de otros mundos, la humanidad sigue siendo la misma, como lo evidencian tanto los contradictorios resultados de la labor de la comisión oficial como los comentarios de los observadores. Congraíns condensa aquí, con mucha mayor gracia, sus ideas sobre la condición humana, siempre oscilando entre lo sublime y lo ridículo.
Con 999 palabras para el planeta Tierra, Enrique Congrains Martín (1932 -2009) nos deja una obra final brillante, plena de reflexión sobre temas como la existencia de vida extraterrestre, el lugar que ocupamos en el universo y nuestro propio devenir como seres humanos, desde los orígenes de la especie hasta nuestro presente. Un libro memorable.



Daniel Salvo (versión ampliada de la reseña publicada en el Diario Oficial El Peruano)