martes, 1 de diciembre de 2009

Editorial: Balance de fin de año







Se supone que el balance de fin de año debería cerrar el último día de diciembre o a principios de enero del siguiente año. Pero, dado que escribo desde el Perú, país situado "en el extremo occidente", a decir de nuestro escritor Rodolfo Hinostroza, los balances aquí ya están cerrados prácticamente desde que comenzó el año.


No podemos quejarnos: se publicó fantasía y ciencia ficción en el Perú. No a los niveles que - con envidia - podemos observar en otros países hispanohablantes, pero si suficiente como para considerar que lo fantástico en nuestras letras es ya una presencia, que aunque no deja de ser minoritaria y de reducida repercusión en otros medios - que ya empiezan a verse como tradicionales -, existe y tiende a reproducirse.


Tan sólo en letras, tenemos que en 2009 se han reeditado El milagro de los milagros de Zózimo Roberto Morillo y Los cristales de Vuhrán: El Athyrant. Las novedades serían El heraldo en el muelle de Hans Rothgiesser y El misterio de la loma amarilla de José Guich (a presentarse en la Feria del Libro el domingo 6 de diciembre de 2009).


En el campo de las revistas en papel, sigue dando la cara la revista Argonautas, dirigida por Carlos Enrique Saldívar Rosas, cuyo número 4, dedicado a la memoria del inolvidable José B. Adolph, será presentado en la Feria del Libro el . Este volumen incluye nada menos que un cuento inédito del mismísimo Adolph, Virgo intacta. La segunda presentación se realizará en la Feria Internacional de Libro Ricardo Palma (Vértice del Museo de La Nación, cruce de Av. Javier Prado con Av. Aviación). El día 7 de diciembre a las 7 p.m. (hora en punto). Auditorio Julio Ramón Ribeyro.

Y, last but not least, Velero 25 y Ciencia Ficción Perú continúan su labor de difundir la ciencia ficción, la fantasía y el terror en el Perú y urbi et orbi.


Con estos regalos, sólo queda decir: FELIZ NAVIDAD Y PRÓSPERO AÑO NUEVO 2010.

Daniel Salvo

Aventuras de un niño caído del cielo (Adriana Alarco de Zadra)




Entretenimiento y didactismo no suelen hacer buenas migas, pero los libros para niños de Adriana Alarco de Zadra son una excepción. Siendo el primero de una serie de cuatro volúmenes, Aventuras de un niño caído del cielo nos narra las aventuras de un niño extraterrestre, provisto de alas, que visita nuestro mundo y recorre algunos ámbitos de nuestra geografía, como el fondo del mar, la selva, el desierto; de los cuales se destaca la flora y fauna. Como lo expresa la propia autora, en la introducción al mismo:

Cuando el doctor Santiago E. Antúnez de Mayolo me solicitó escribir 52 cuentos infantiles, uno para cada semana del año, pensé que no podía cumplir con dicho requerimiento en breve plazo. Sin embargo, cada experiencia diaria puede ser objeto de un cuento diferente. Recogiendo ideas y jugando con mis nietos, he terminado de escribir estos cuentos con mucho cariño, para que los niños disfruten mientras aprenden. Por lo tanto, tengo el gusto de presentarles los primeros trece cuentos de la colección: El Cuento Semanal para Niños. Estos relatos de las Aventuras de un Niño Caído del Cielo, tratan sobre Gerónimo, quien fue barrido de su planeta por una lluvia de meteoritos. Es un niño alado con poderes extraordinarios. Además, es sensible para con todos los que lo rodean, curioso, matemático y poeta. Espera encontrar a otros seres como él por los alrededores y va recorriendo el territorio. Paso a paso se acerca al océano, conoce a varios animalitos de la región y visita a la sirena Delfina que vive en el mar.


Va a los pueblos y lagunas de la región costera, conociendo personas interesantes y observando la vida que se desarrolla en los campos. Prosigue su recorrido hacia las tierras altas de los Andes, pasando por el país de los números y la casa de los espejos para descubrir pueblos olvidados, volcanes apagados que alojan dragones y cuevas de lechuzas en las laderas de las montañas.


Encuentra a otros compañeros alados y hace amistad con una serie de personajes que viven en distintas regiones. Atraviesa la cordillera andina y, en el camino, conoce a varios animales burlones. Llega a la selva amazónica con sus bosques de todos los colores y sus ciudades tan perdidas que nadie las encuentra ni en el mapa.

Espero que estos cuentos entretengan tanto a los niños pequeños como a los más grandes, así como también a los adultos que los leen a quienes aún no han aprendido las letras. (Adriana Alarco de Zadra).





Aventuras de un niño caído del cielo es el primero de una serie de libros con temática muy vinculada a la ciencia ficción y a la fantasía. El tipo de lectura que educa y entretiene sin caer en la ñoñería.




Daniel Salvo


La ciudad de los nictálopes (Tanya Tynjälä)




Hay, entre las innumerables clasificaciones que existen para la ciencia ficción y la fantasía, una que es denominada science-fantasy, que podría definirse, para ser breves, como un tipo de ciencia ficción que admite elementos sobrenaturales o fantásticos. Pensemos en las entregas de Hellboy, con su tecnología inconcebible que sirve para abrir las puertas del infierno. O los motores que funcionan a magia que describe el escritor inglés China Mieville en su universo de Bas - Lag. O en la saga de Star Wars, con sus caballeros jedi que rescatan princesas y se enfrentan a villanos con poderes inimaginables, secundados por robots y viajando entre las estrellas en naves que se desplazan a velocidades mayores a la de la luz...


Jugando con todos estos elementos, además de una acerba crítica a la rigidez y falta de imaginación de ciertas maneras de educar, la escritora peruana radicada en Finlandia Tanya Tynjälä nos ofrece una fábula futurista de sabor agridulce, en la que la comodidad sosa de una sociedad que pretende satisfacer todas las necesidades de sus ciudadanos no logra acallar las ansias de algunos por algo tan elemental como la libertad y el riesgo. Tal es el argumento central de La ciudad de los nictálopes, donde una niña con el gen del inconformismo desarrolla auténticas alas, que en la Ciudad Viviente N° 4 (una arcología regida por máquinas, encerrada en una cúpula de plástico para evitar el calor y la suciedad del exterior) evidencian una enfermedad que la convierten en parte de los marginados, seres tenidos por réprobos de una sociedad que les ofrece todo lo que necesitan para vivir... excepto libertad. Wriixka deberá ocultar lo más posible estas alas, que no sólo la convierten en diferente, sino que podrían llevarla a la ciudad de los nictálopes, que se le revela en sueños como un lugar donde las personas, aladas como ella, conviven en paz con la naturaleza y pueden hacer lo que quieran con sus vidas. Pero las cosas no son tán fáciles: la madre de Wriixka sospecha de los arranques de libertad de su hija, de quien desea un destino tan conformista y mediocre como el de ella, y vigila atentamente el comportamiento de esta. No en vano se nos informa que, en un principio, cortó las alas nada menos de que su marido y padre de Wriixka, el triste y abatido Triin, quien aún sueña con alguien que voló primero que él a la ciudad de los nictálopes, una mujer alada que voló hacia la luz que él nunca podrá alcanzar.


Pero no se crea que estamos ante una obra simple. Las descripciones de los diversos espacios de la Ciudad Viviente N° 4, producto de la planificación de cerebros sin cuerpos, son un auténtico placer para los amantes de la ciencia ficción. Desde las habitaciones de sus moradores, llenas de lujos y comodidades que ocultan en realidad férreos instrumentos de control, hasta los espacios públicos, que parecen urdidos por geómetra colosal y enloquecido. Diversos artilugios y dispositivos, además del siniestro secreto que se oculta tras la llamada regeneración, nos ofrecen una ciudad que podría ser pronto la nuestra, un emporio de chillonas diversiones que en realidad ocultan peligros y amenazas, escapismos que ocultan la más férrea de las cadenas.


Este es un libro que me habría encantado leer cuando tenía once años. Si bien considero que puede leerse con placer a cualquier edad, se enfoca a una etapa en la vida que todos hemos pasado (que, por cierto, no está exenta de un sutil erotismo), cuando empezamos a cuestionar nuestro entorno, cuando empezamos a analizar lo que hasta ese momento nos parece familiar y perenne, como es la familia, la sociedad, los valores, lo que se espera de nosotros y lo que realmente queremos hacer con nuestras vidas. Un libro para madurar, y para recordar que nunca es tarde para que nos crezcan alas.


La edición de La ciudad de los nictálopes cuenta con las hermosas ilustraciones de Sheila Alvarado, quien logra captar tanto la atmósfera entre impóluta y amenazante de la ciudad como la sugerente belleza de una niña que va dejando atrás la infancia.

Daniel Salvo

La guerra de Mostark (Santiago Roncagliolo)




Mostark es una vieja estrella que se ha convertido en un planeta habitable. En el futuro, cuando la Tierra se enfríe, familias enteras de humanos decidirán probar suerte en Mostark, emigrando en búsqueda de pastos para los tribions, animales genéticamente modificados que son una suerte de cruce entre res y felino. Pero Mostark no está deshabitado: varias razas inteligentes lo pueblan, razas que han convivido pacíficamente hasta la llegada de los Dinath, crueles, ávidos de poder y deseosos de esclavizar a otras razas.


Este afán de poder carece de límites. Usando un cristal de poder, los Dinath absorberán la esencia vital de la mayoría de los seres vivientes que moran en Mostark, entre ellos, los padres de los pequeños protagonistas, Dan y Raisa, a quienes luego se unirá el Brgam Wizzio, perteneciente a una de las razas originarias de Mostark inteligente, peludo y bonachón. Los tres tienen clara su misión: quitarle a los Dinath el cristal de poder. En fin, como una caravana del valor, nuestros tres amigos partirán en búsqueda del cristal, aunque ello implique enfrentarse a una raza de feroces y crueles guerreros.


Curioso libro en la carrera del escritor Santiago Roncagliolo, dirigido ex profeso a menores de edad, tal y como rezan las instrucciones de la carátula del libro (¿qué será un maxilector?). La aventura es trepidante, pues avanza sin dilaciones desde el aterrizaje en Mostark hasta el enfrentamiento con los Dinath, sin dejar respiro al joven lector. Hay quizá un regodeo en lo que se asume es el "mundo infantil", con la sempiterna rivalidad fraternal que esconde en el fondo un lazo indisoluble, así como la brecha generacional entre padres e hijos que lleva a la misma conclusión: la familia es la familia, y si están todos unidos, las cosas siempre saldrán bien.


Se hace difícil criticar un libro dirigido a los niños, pero no puede negarse que la trama se hace predecible desde los primeros capítulos, así como el tipo de relaciones que van a producirse entre los personajes, diálogos incluidos. Un poco más de tensión y originalidad habrían dado lugar a gran aventura.


Daniel Salvo










No más duendes


(Gremlins, go home!)


Gordon R. Dickson & Ben Bova


Editorial Lidium, 1975.




Viendo la portada de este libro, uno jamás podría imaginarse que está frente a una de las obras mejor escritas sobre los duendes, los niños, la amistad, la ecología, la maduración como ser humano, y un largo etcétera.


Y bueno, es que cuando a uno le comentan acerca de libros o películas “para niños”, pues como que se pone sobre aviso, pensando (en mi triste infancia, al menos) en esperpentos como las películas de Joselito u otras donde los niños son empalagosamente dulces, buenos, lindos y estúpidos. Todo ello, enmarcado en una también estúpida historia, (¿recuerdan las películas de Los Parchis?). Todo horrible, como esas tías que te abrazan hasta ahogarte mientras te dicen “papito”. Creo que en la actualidad las cosas son diferentes, pero hubo una época en la cual los propios niños han debido odiar las películas o libros que (quizá con las mejores intenciones) han hecho los adultos para ellos. Y si los niños no aprecian algo (son unos críticos terribles, vaya), imagínense a un adulto tragándose dos horas de las aventuras de Joselito...


En esas épocas, qué no hubiera dado yo por leer esta novela. Igual la he disfrutado ahora que estoy en base cuatro, pero imagino que para un menor debe ser una experiencia de esas que te enganchan con la lectura para siempre. Como leer “Tom Sawyer”, por ejemplo.


“No más duendes” es la historia de Rolf Gunnarson, un niño cuyo padre está a cargo del lanzamiento del primer cohete a Marte desde Cabo Kennedy. Debido a la intensa actividad desplegada por su padre, Rolf se siente un poco relegado (a su vez, su madre parece cuidar más de su hermana pequeña que de Rolf), considerando además que sus preocupaciones ecológicas tienen más importancia para la humanidad que los viajes espaciales.


Un día, dando un paseo en bicicleta junto con su perro Shep, sufre una caída de esas que te hacen ver estrellas. Cuando se recupera, se da con la sorpresa de que su perro está hablando (discutiendo sería la palabra) … ¡con un duende!


Un duende arquetípico (desde el punto de vista anglosajón) llamado Baneen, que mide unos treinta centímetros, tiene orejas puntiagudas, cejas blancas, viste de verde, flota en el aire y habla con acento irlandés. Por cierto, el perro, cuyo nombre completo es Mister Sheperton, se convierte en un personaje secundario de lujo. Además, habla con un pomposo acento inglés…¿Qué ha ocurrido? Algo de polvo de duende (no pregunten que es) ha caído sobre Rolf Gunnarson, de modo que ahora puede percibir el mundo de los duendes y de los animales parlantes, usualmente oculto a los sentidos de los seres humanos. Tras la sorpresa inicial, Rolf entrará en conversación con Baneen, quien le contará el secreto de su existencia: los duendes son seres extraterrestres provenientes del reseco y polvoriento (así les gusta a ellos) planeta Duendia, varados en la Tierra debido a un desperfecto en un vuelo espacial emprendido hace miles (¿o millones? los duendes son inmortales) de años. Deseosos de volver a su mundo original, o al menos ir a un planeta sin tanta humedad como la Tierra (el agua reduce los poderes de los duendes a un tercio de su capacidad), quieren que Rolf los ayude a construir una nueva nave espacial que les permita aprovechar el impulso del cohete que será lanzado a Marte. Para ello, Rolf deberá conseguirles, entre otras cosas, materiales que se encuentran en cualquier ferretería, a las cuales los duendes no pueden acercarse, pues el hierro también les causa daño. La nave de los duendes, cuyos principios obedecen a una física casi lovecraftiana, será construida por O’Rigami, un duende que habla con acento japonés (aunque en la traducción se lee como chino) que, según sus palabras, es el genuino acento de un duende tratando de hablar español (o inglés, con tanta traducción ya me perdí). Por cierto, Baneen dice lo mismo respecto a su acento irlandés. Al igual que los duendes que tienen acentos romaní, francés y de cualquier idioma que se hable en el mundo. Supuestamente, los humanos adquirimos “nuestros” acentos de los duendes que moraban entre nosotros…


A cambio de su ayuda, los duendes le ofrecen a Rolf el Gran Deseo, es decir, que Rolf pueda pedir a los duendes cualquier cosa, y éstos se la concederán. Y el gran deseo de Rolf no es otro que la limpieza del mundo, el fin de la contaminación mundial. No pide poco, por cierto. La tarea de Rolf, consistente en conseguir algunas herramientas y colocar la nave de los duendes junto al cohete espacial a ser lanzado por su padre, parece sencilla...


Excepto que las cosas no son siempre fáciles. Pese a los poderes y la ayuda de los duendes, Rolf tendrá que pedir ayuda de alguien más, una niña llamada Rita Amaro, cuyo padre está encargada de la vigilancia del cohete que será lanzado a Marte. Ambos niños se gustan, pero tratan de ocultar sus sentimientos, lo cual será imposible debido a las hilarantes observaciones hechas tanto por los duendes como por Mister Sheperton.


En su trato con los duendes, Rolf descubrirá cosas como el verdadero origen de la leyenda del Rey Arturo, la verdadera razón por la cual los duendes abandonaron su planeta y por qué desean volver al mismo… así como la importancia de la amistad, el compañerismo y esos valores didácticos que en cualquier otra circunstancia sonarían como aburridísimas lecciones o moralejas, pero en esta novela – que también podría leer como una novela “de aprendizaje”, puesto que Rolf se convierte en un chico realmente maduro al final de la misma – se nos presentan como experiencias llenas de emoción y sentido de la aventura.


Seres extraterrestres, viajes espaciales, perros que hablan… la aventura que cualquier niño quisiera tener. Y cualquier adulto cuyo corazón no esté carcomido. Realmente, apta para todos.
Daniel Salvo